El es portador de una compleja simplicidad. Su afición a los juegos de enigma lo demuestran, esos mismos que nos hace en la sobremesa los fines de semana.Luego de quemarnos las pestañas pensando, de ahogarnos en un vaso de agua y arriesgar finalmente las soluciones más rebuscadas, ridículas e inverosímiles; llega ese devastador momento de la rendición, y de la revelación por su parte de la muy obvia solución, que nuestra limitada mente no logró percibir. Es entonces cuando luego de reir con tres carcajadas, te mira con una sonrisa, abriendo más los ojos como frente a un gran hallazgo, y dice frases como: "qué bien que está no?" o "qué barbaro!" o simplemente "jajaja, la pucha" moviendo la cabeza para abajo mientras continua con su frutal ritual cotidiano de postalmuerzo de pelar naranjas y comer bananas. Es entonces cuando nos quedamos desmoralizados, con un relámpago iracundo atravesado de par en par en la mirada, clavada ésta, irreflexivamente, en las temblorosas, inocentes e indefensas migas que quedaron sobre el mantel, que no tienen la culpa de nada. Nos quedamos todo el santo domingo acordándonos de la madre de Paenza, de cuyo programa saca los acertijos matemáticos.Es tambien un cazador avezado de incautos, susceptibles estos a la mofa. Su apariencia de señor serio le otorga mayor impunidad. Sin embargo, las victimas sistemáticas de sus bromas, pudimos entrenarnos en la percepción de "ese" brillo escurridizo en su mirada que pronostica la tomada de pelo inminente, para estar prevenidos, pero sólo se puede anticipar 10 segundos como maximo. Lógicamente, el resto de la gente queda a merced de "la cachada" que es desestabilizante porque el tono serio de la voz coincide con el de la cara pero no con el contenido. Así le decía a mi abuela: "Isabel, alcanzame el diario que está encima del piano" (nunca hubo piano) o, "cuando vengás para allá traeme un vaso". Otra variable era pedirte que le llevés algo(x lo general frágil, de vidrio o porcelana) y poner las manos como para recibirtelo (con seriedad siempre) para luego sacartelas rapidamente, viendo cuán grandes abris los ojos del susto, y agarrar el objeto al ras del suelo sin que salte una astilla ¡Alto dominio del espacio! y vos un latido frente a una cara risueña.
Su máximo entretenimiento, sin embargo, es inventarle historias a las cajeras de los supermercados. Observa el nombre de una cajera una vez, no me acuerdo, supongámos que era Romina Sanchez, y le dice: "yo conozco a tu papá, el negro sanchez, mandále saludos" y la chica, sorprendida le preguntó cómo se llamaba y él le dijo serio: "Lucio"; y ella le dijo: "ah bueno, ya le voy a decir, de dónde lo conoce?"...evidentemente le pego con lo de "el negro" Sanchez, despues siguió metiendo fruta y le pegó pero todo era pura casualidad...Hay otras escenas dignas para una historieta de Quino. Un día iba caminando por la vereda con paso largo y firme, muy típico suyo; con los brazos cruzados atras de la espalda, otra tipícidad, ¿en qué irá pensando? Me gusta observarlo, y sin embargo esto me lo contó y es como si lo estuviera viendo. Llega hasta el balconcito de un conocido gimnasio cerca de su casa, cuyas ventanas estaban abiertas de par en par y atras mucha gente haciendo bicicleta fija, y se apoya ahi a observar en silencio. Mi hermano, que era chiquito entonces, se para a su lado. Ambos mirando por un largo rato, la gente intimidada seguía sudando pensando en que se venía el verano y que le debían ganar. Hasta que mi abuelo mira a mi hermano y le dice: "¿vos creés que van a llegar a algún lado?"y los dos en silencio se van.
Cómo no voy a creer en la magia, cómo no voy a ser la Kill, con un abuelo así?
La Kill
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