martes, 2 de noviembre de 2010

Estudio y decadencia (Remix 1/09/06)

Estas ultimas semanas estuve recordando mis épocas de cursante y rindiente en la facultad y me sentí la más ilusa al creer que ese stress se acabaría cuando ya esté en la recta final de la carrera.
Ilusa, ilusa, ilusa total! El colapso mental volvió y en su peor rimake. No soy ni la sombra de lo que fui. Eterna Penélope contemporánea que escribe durante el día para borrarlo todo por la noche, para volver a empezar al otro día una vez más, mientras su juventud se marchita en cuatro paredes. Centauro posmoderno, mitad silla mitad mujer, que se sienta frente a una computadora tardes enteras sin que se caiga una idea ni por puta, mientras la vida continúa atrás de una ventana. Descubrí en los últimos días con resignación que sería atinado sentarme frente al monitor en bikini para que el bronceado sea parejo y que debería repartir curriculum en diferentes campanarios de iglesias con esta joroba que crece diariamente, ya un amigo me recomendó hacer un posgrado en Notredame, lo cual no deja de ser una muy buena idea.
Una marea evocativa trae de regreso las imágenes contundentes de la decadencia y la postergación de uno mismo por las responsabilidades, cuando:
- empieza a hacer un calor impresionante y mientras todo el mundo anda re veraniego corriendo en musculosa y short por los prados, una está con polera y pantalón de corderoy sudando la gota gorda porque no llegó a depilarse y se da cuenta que si fuera vago tendría una barba de tres días o más.
- la gente se sienta lejos porque en tu cabeza tenés una corona de moscas o se están apareando dos en tu rodilla, lo cual constituye una gran tomada de pelo cósmica que te recuerda que tampoco tenés una vida privada hace rato.
- la grasitud de tu pelo es directamente proporcional a las horas destinadas al estudio, igual que la caspa que va cayendo sobre los apuntes navideñamente al son de villancicos imaginarios, y las costras de lagañas alrededor de los ojos.
- dormís boca abajo sobre una montaña de ropa amontonada que hace días no guardás porque no tenés tiempo ni ganas, babeando hasta la ropa limpia. Ni hablar de cuando te levantás sobresaltada, con los ojos rojos dándote cuenta que te dormiste y ya es de noche y mañana tenés que entregar las cosas, con el pelo aplastado de un lado y los botones de alguna campera marcados en la cara.
- Hablás y explicás cosas a gente invisible e inexistente en la oscuridad, sentada en la cama moviendo las manos (imaginen la silueta de alguien muy despeinado con un contorno de luz).
-Encontrás bichos mutantes, cruzas insólitas de alacranes con bichos bolita y tal vez algún ciempiés que participó en la fiesta microcósmica y orgiástica de los insectos, sobre tu escritorio que salen de la pila de libros que tenés para leer, y los tocás con una lapicera preguntándole: “qué sos” e inmediatamente el bichito arquea sus cejas y te mira sobrándote como diciendo: “qué tupé! lo mismo digo”; o llegás a tu casa luego de días de estar en otro lado trabajando y cuando abrís la puerta del cuarto un pericote ocupa con cara de enojado se va molesto dando un portazo.
- salís de tu casa en pijama porque no te lo podés sacar ni con bisturí, hace días que lo tenés pegado al cuerpo y ya no te importa nada, o salís con la taza de café a la mañana por la calle porque no llegas a tiempo a ningún lado, mientras los transeúntes te miran incrédulos…
- estás tan saturada de información que ya no entendés un carajo y sólo atinás a gritar: Qué estoy leyendo!!!
- recibís mensajes o llamados de amigos que te reprochan meses de ausencia.
- ya estás harta y solo querés ver cualquier frivolidad para no pensar más y te ponés a ver cualquier serie pedorra de Cris Morena o programas faranduleros, for example, para vaciar la mente…
Si la mayoría de estas cosas les suceden, paren un poco y pónganse a pensar qué están haciendo con sus vidas. Piensen que mientras ustedes ponen una chata al lado del escritorio para no perder el tiempo en ir al baño, mientras se recluyen en una caverna platónica donde es tanta la saturación que ya no llegan ni a ver las sombras de los objetos, la vida sigue transcurriendo en el espacio exterior, la vida verdadera. El conocimiento es doloroso pero no tiene porque serlo, hay que ser feliz, esa sí es una obligación.
Kill Bill

7 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

Tenès razòn.

La vida se pasa, y uno se pone viejo y choto, sin hacer nada.

No debemos perder mas tiempo.

Ya mismo cargo la escopeta, y salgo para La Rioja, a ver si lo encuentro al remaldito Turco cornudazo!!

Saludos

Luciano dijo...

Dos cosas:

Una cosa) usaste muy buenas imágenes, la del centauro moderno, por ejemplo.

Dos cosa) cierto, pero de eso se trata, si se pudiera, si se pudiera constantamente!

Saludos.
Estoy muy enfermo y no antiendo el blog, disculpe.
Saludos.

Kill Bill dijo...

Gaucho: me prendo de una en la escopeteada y tengo otros blancos potenciales tambien!
Luciano: la imagenes son verdaderamente autobiograficas, jajaja la etapa del tesista es inpiradora parece, ajajaja.
saludos a ambos los 2!(cuando he querido poner ambos puse mambos, eslo mismo o no?)

Grupo AyA dijo...

Muy bueno Kill. Alto blog le aplicaste. Próximamente le estaré echando un... ojo con los dobles senti...dos son compañía... tres son multitud, cuatro patas tiene el gato, etc.


Nótese: Es serio el comentario.

PD/ etc.

Nótese (bis): Amarillo empieza con amar, recién caigo.

Kill Bill dijo...

ajajaja gracias grupo AYA! tambien recien me doy cuenta de q amarillo empieza con amar...che! me pasé su blog, actualicen! El pensamiento del estudiante elitista me dio bronca...
saludos!

El Gaucho Santillán dijo...

Y????

Kill Bill dijo...

Cómo metés presión gaucho! qué cosa seria! jajaja...ya va a salir algo, estoy en eso pasa q escribí q mails amarillos para 2 revistas autogestionadas x unos amigos pero me prohibieron subirlos al blog...pero cuando pase el furor los subiré, jaaaaa
beso