domingo, 3 de julio de 2011

Simón

La tristeza esa noche se llamaba Simón. Ella se había ido, estaba enferma y muy viejita. Cuando llegué al velorio me iba acercando a la desolación sentada en esa silla de ruedas y en esos ojitos idos que volvieron hacia mí sin volver, con la desesperación cansada de aquellos que se perdieron en la pérdida. Sé que no me reconoció. Sé que fui para él una presencia inútil más que no pudo dejar de pronunciar esa trillada y automática fórmula funeraria: “lo siento mucho”. Y sin embargo, en esos segundos en que nos miramos a los ojos, refundé mi niñez sin que él lo sospechase siquiera, creo.

Caminaba por su mirada vacía y habitada por el dolor, con mis piernitas chiquitas, hacia su otro él que estaba donde siempre: en su taller. Lo saludo desde la puerta y me invita a pasar. Me sumerjo en el intenso olor a tinta enredando mis manitos en la áspera textura de las cintas violáceas. Busco incansable las encandilantes chapitas metálicas que brotan, inevitables, de la oscuridad húmeda del cuarto. Me gusta su brillo nuevo porque son de plata, aunque él me diga que son de plomo. Para mí de plomo son las letras hechas, las opacas y usadas, esas no me gustan tanto. Pero aquí hay otras nuevitas, éstas me gustan, éstas sí son de plata. Me explica cómo las hace, cómo las pone en la máquina con la cinta impregnada en tinta y cómo se dibujan en el papel. Pero a mi me gusta tocar las letritas y jugamos juntos a formar palabras. Dejamos de ser lo que somos para ser un par de demiurgos parados frente a la imaginaria e intangible hoja en blanco que es el vacío.

En ese microcosmos de tinta nadabamos, rozados por esos peces de plata que manoteabamos juntos para armar, en esas innumerables mañanas, nuevas constelaciones.

Tantas palabras, tantas! ¿dónde están un día como hoy? ¿porqué dejamos que el tiempo y la ausencia produjera esta grieta infinita entre nosotros? ¿porqué esta irónica orfandad de palabras?

Y entiendo fatalmente en ese instante donde los dos pasamos a ser meros parientes en un duelo más suyo que mío, que la única palabra posible ante lo irreversible es el silencio.

No sé dónde estaban esos recuerdos. Ahora que lo sé, que entendí dónde empezó a germinar toda esta pasión, no quiero que él se vaya sin saber el peso insospechado y determinante que tuvo en mi vida, la magnitud del simple aprendizaje en una atmósfera de arrasadora ternura, la contundente importancia de la creación perpetua de sentido con un otro, un par, porque él fue un niño conmigo mientras todo aquello sucedía. ¿Cómo pude olvidarme de todo esto? Cómo!

Tal vez él nunca lo sepa, está muy viejo y me desconoce, pero lo escribo para que lo que fuimos no se desvanezca

Mi humilde homenaje a mi tío Simón, el imprentero que me dejó la impronta de su imprenta latiendo en cada palabras.

Kill Bill

13 comentarios:

Clara Oscura dijo...

Por todos esos letras escritas, leídas, pronunciadas, por todo lo transitado y por lo queda por caminar.

Por la amistad, la lucha y la alegría, que en nosotras se conjugan sin regla.

Salud!

Te quiero!
L.

Con resaca!

Laura dijo...

Tremendamente real... dolorosamente verdadero... impresionantemente arrasador... me dolieron tus palabras ce


Te Kiero... Brindo porque cada día escribís mejor...

Te extraño

El Gaucho Santillán dijo...

Èl vivirà, mientras tù lo recuerdes.

Entrañable relato.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Ya me dio ganas de abrazarla. Impecable escrito. Lectura obligada de ahora en más.
Tela

Anónimo dijo...

simplemente...hermoso!
Mariana Araoz

Anónimo dijo...

Es tan puro y tan bello como la vida misma lo que te sale del corazón hacia las palabras, te admiro tanto. Desde mi profundo amor por EL gracias !!!
Adri

Kill Bill dijo...

Lore: Gracias amiga! si! claro q esto recien comienza! Con ternura venceremos y verás q hubo un cambio de tono repentino en mis escritos, es necesario, hoy x lo menos
Lauri: q no duela lo q escribo, q sea una caricia, xq hay gente q te marca con una precisión inefable sin q te des cuenta y cuando te cae la ficha es maravilloso, yo tambien te quiero!
Gaucho: Tantisimo tiempo! q lindo ver tu comentario! claro q si! hay gente q te habita y vos habitas infinitamente, asi fuimos, asi somos y asi seremos
Uniendoletras: jaja, muchas gracias señor! me alegro q le haya gustado, creo q queda claro q me salió del alma
Adri y Mariana: ya saben, x lo q puse en facebook

Los quiero a todos, gracias x acompañarme en estas evocaciones

Staff de Bla Bla Bla dijo...

Desde la primera oración se nota tu emoción. Muy lindo en verdad. Saludos,

Luciano dijo...

Arreando peces de plata en el aire.
Muy bueno.
Saludos!

Kill Bill dijo...

Staff: gracias, qué bueno q se perciba
Luciano: volví con relatos lacrimógenos, viste? Abrazo

Anónimo dijo...

Me hiciste acordar cuando era chico y entraba al taller de mi bisabuela a jugar con las herramientas de zapatero. Esos recuerdos no hubieran revivido si no hubiera leido tu relato. Gracias!

Mariano

Anónimo dijo...

Amiga, he fallado al no poder contener mas q con palabras estos sentimientos, Las letras son importantes en nuestra vida, pero no siempre alcanzan para demostrar lo mucho q t extraño y las ganas d abrazarte q tengo. S por experiencia q esos abrazos fácticos son importantes. T quiero desde la distancia q cada vez s acorta más. Carla

Kill Bill dijo...

Mariano: Qué hermoso y que bueno que esto haya abierto esa puerta, cuánta ternura!! es bueno llevar el registro de esas marcas sino corremos el riesgo q lo importante justamente x ser tan simple se nos pasen.
Carlita: Hermana querida! Yo también te extraño! ya pronto nos vamos a ver y ese abrazo se abrirá como una flor en el espacio...creo q voy a Baires de este finde al otro, y luego podemos volver juntas, ya vemos y bueno, la historia de Simón trata de eso q decis: a veces las palabras son al pedo
te quiero hasta el cielo!