Sigo leyendo en la red un revuelo constante en torno al uso de la
/e/, como nueva marca de género neutro, en reemplazo de la /a/, marca de género
femenino, y de la /o/, marca de género masculino. Este cambio, impulsado
principalmente por les más jóvenes, busca incluir a las mujeres, a las que
históricamente se las supuso en las marcas genéricas masculinas, pero también a las personas LGTBIQ+ (Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales, Queers y más), quienes directamente fueron borradas e invisibilizadas de la historia, de las
sociedades, de las culturas y, por ende, del lenguaje.
Este uso constituye
una propuesta de inclusión lingüística superadora, por un lado del “todos y todas”, en tanto es una expresión muy larga que atenta contra la economía del lenguaje pero también porque no abandona el binarismo hombre/mujer,
y por otro del “todxs”, en cuanto la /x/ funciona sólo en la escritura pero es
impronunciable oralmente.
Es cierto
que suena raro, como a travalenguas a veces, o a jeringozo, que es difícil, pero es cuestión de
acostumbramiento, o simplemente de respetar a quienes se sienten identificades, no se trata de una obligación. Nos acostumbramos a tantas cosas y no nos vamos a acostumbrar
a un cambio lingüístico que encima tiene un fundamento válido? Digo, espero que
todes estemos de acuerdo en que la inclusión en todos los órdenes de la vida es
válida, pero sobre todo necesaria para vivir en sociedad.
Noto un gran lugar común entre la gente que se opone al lenguaje inclusivo que es aferrarse a la RAE (Real Academia Española), y visualizo dos grupos bien definidos. Uno minoritarísimo, academicista, fundamentalista de la norma, que flasha ser custodio del buen hablar y del buen escribir. Y otro, integrado por el grueso de les mortales, que defiende algo que justamente suele bastardear constantemente: la gramática, repudiando el lenguaje inclusivo con una ortografía pésima, abreviando al máximo en la vida y en las redes, y de los signos de puntuación y acentuación ni hablemos. Muy "habla como yo digo pero no como yo hablo" todo. Y la coherencia? bien gracias, una cosa rarísima.
Pero si vamos a ponernos más papistas que el papa en cuestiones de corrección o incorrección, hay que decir que la RAE no es la única vara de medición. Hay una tradición enorme de teorías filosóficas y lingüísticas que explican el cambio lingüístico, cómo y porqué se da. Teorías que lo legitiman y reivindican, y de las cuales traeré apenas algunos ejemplos para que se entienda porqué el lenguaje inclusivo no es repudiable.
Nietzche, hace mil allá por el siglo XIX, decía, desde una perspectiva filosófica, que el lenguaje es una convención, o sea una
serie de reglas acordadas por un grupo de seres allá en el principio de los
tiempos, que necesitaron crear para poder organizarse y organizar el mundo. Tuvieron que ponerse de acuerdo en cómo iban a llamar a las cosas, pero fue eso, un acuerdo, esos nombres fueron puestos al tun tun, no es que esos nombres emanan de las cosas. Por eso se dice que el lenguaje es arbitrario, es decir, caprichoso, porque si a alguien se le hubiese ocurrido otro nombre hubiese quedado ese, o sea que también todo podría haber sido al revés.
En esta sintonía viene después Saussure ya a
principios del siglo XX pero desde la lingüística, y plantea justamente esto, que el signo lingüístico, que está compuesto por la imagen mental que tenemos de algo y la palabra que
lo designa, es arbitrario porque no hay nada en el objeto árbol, por ejemplo, que lo
ate a esa palabra que lo nombra. Este mismo lingüista dijo también que el lenguaje se divide, por un lado, en lengua, que es lo medible, lo estable y por ende lo estudiable, porque es más estático, es lo que se repite. Y por otro en habla, que es lo que cambia, y de lo que él no se ocupa porque es lo más dificil.
Entonces vinieron dos rusos, Bajtín y Voloshinov (que algunes dicen que son la misma persona) a estudiar eso más difícil, la lengua viva, la lengua hablada. El primero, planteó la teoría del dialogismo, con
la cual explica que cuando hablamos, a través de nuestra voz, hablan muchas
voces, todas las que nos influenciaron y nos siguen influenciando hasta el
final de nuestras vidas, como si fuésemos un foro ambulante, somos todos esos diálogos que tuvimos y que nos habitan, diálogos con personas, o con cosas que leímos, que vimos, que escuchamos. Mientras que el segundo suma la teoría de la palabra como signo ideológico, agregándole el carácter político y el contexto, esto significa que no es lo mismo un
pan y un vino en una mesa que el pan y el vino en una misa, tienen cargas
significativas e ideológicas diferentes.
Luego, ya en el siglo XXI vino un
canadiense, Marc Angenot, a darle una vuelta de tuerca a toda esta gente
uniendo la categoría de discurso social con la de hegemonía de Gramsci, para romper
el mito democrático de que todes podemos hablar por igual porque no, porque hay
una hegemonía que a través del discurso regula y controla lo diverso, la disidencia, lo que se sale de lo impuesto.
Más
del lado de la literatura y de este lado, en Latinoamérica, también en el siglo XXI pero más contemporáneos, tenemos a un negro
Fontanarrosa que en un congreso de la lengua reivindicó el uso de las “malas”
palabras como parte de la lengua viva; y a un García Márquez que propuso abolir el uso de la “h” porque es muda y no suena. Dos escandalosos que les sacudieron los
peluquines recalcitrantes a varios normativistas pétreos ahí en ese lugar tan solemne y rígido.
De este
hilo teórico voy a desprender una serie de principios que nos ayuden a abrir la mente:
1) El lenguaje es un acuerdo que
establece una comunidad para nombrar las cosas,
2) El lenguaje es arbitrario y es
práctico, se va revisando acorde a las necesidades de la/s comunidad/es, por eso
por ejemplo en los lugares donde cayó la monarquía absoluta hace siglos, dejaron de usar la
fórmula vuestra merced para llamar a los reyes porque ya no había y no tenía
gollete y cambiaron por usted, por ejemplo,
3) El lenguaje siempre estuvo y está
en constante cambio,
4) El lenguaje sirve para decir y
nombrar el mundo y sus cosas, lo que es, lo que existe y para comunicarlo,
5) Primero estuvo la oralidad y
después crearon la escritura para intentar capturar algo de ese dinamismo
porque temían que el olvido lo borre todo,
6) Los sectores de poder se
apropiaron de la escritura e instalaron la idea de que vale más que el lenguaje
oral,
7) La escritura no existiría si no
estuviese el lenguaje oral antes, de ahí que ¿qué sería lo antinatural de escribir como hablamos? Nadie habla como escribe porque la escritura es una abstracción pero muchos escriben como hablan, mmm para pensar, no?
8) La apropiación de la escritura
como un lenguaje superior es un gesto político, ideológico y hegemónico que se
cristalizó y cristaliza en un discurso que distingue una élite que la maneja
(la gente bien, digamos) del resto (los analfabetos, la gente que está mal)
9) La RAE es una institución hegemónica
y burocrática que captura y sistematiza los cambios que no representan una
amenaza o cuando se mete mucha presión porque su función es homogeneizar, no
aceptar la diversidad,
10) Conforme las comunidades se
fueron y se van moviendo el lenguaje también: no hay lenguas puras, si ya el
español es un ensamble de latín, árabe, castellano, más el español en América
al que se suma las lenguas autóctonas como el quechua y el wichi que
sobrevivieron, y la emergencia del cocoliche y el lunfardo con las oleadas inmigratorias
del siglo XIX y XX,
11) No existe hablar bien o hablar mal, existen lenguajes
diferentes, variedades lingüísticas y esferas de uso, legitimadas en
diccionarios algunas de ellas (hay diccionario de lunfardo, de quechua, y hasta
de tucumano básico, imaginate!),
12) El lenguaje es ideológico y por tanto una
herramienta de poder que puede servir para oprimir o para emancipar, basta
recordar lo que pasó en la conquista, que los conquistadores aprendieron la
lengua de los pueblos originarios para poder traducirles e imponerles la propia,
y de paso cañazo su religión y su cultura de prepo, y así cada pueblo imperialista
operó y sigue operando igual. De aquí algún nefasto dijo "hablás como indio" para erigir una lengua sobre otra y quedó, y se reprodujo así la jerarquía lingüística en múltiples contextos de ahí en más "hablás como gaucho, como villero, etc.", razón por la cual urge cortar esa cadena lingüística discriminatoria. Lo mismo con la imposición del patriarcado lingüístico porque para qué quieren las mujeres estar incluidas si ni voz ni voto tienen? y eso fue literal hasta 1947 en Argentina, la incluyamos en el "todos nosotros" y pensá, si todavía creés que no es para tanto, porqué si da igual entonces en el "todas nosotras" los hombres no se sienten incluídos?
Espero
haber dado razones de sobra para no seguir repitiendo “gugliá y hablá bien, la puta q te parió!" como se lee en redes con mucha recurrencia, para que dejen de pedir RAE a grito pelado cuando: 1) no está mal ser puta, y sí ser yuta, y encima yuta de la necesidad de decir de otres; 2) la mayoría de las malas palabras que usamos no están en el diccionario tampoco y sin embargo existen, y existen porque los sujetos las necesitan, por eso Fontanarrosa las pedía; 3) el diccionario repudia las abreviaciones que usás para bardear a otres; y 4) recién hace poco reconoció algunas de esas palabras derivadas del uso que hacemos de las redes desde hace rato y no así escritas.
Ahora qué me contás? quiénes son tus enemigues? les que hablan con ese lenguaje inclusivo que tanto te jode o les de la RAE que no hacen más que reprimirte? Fijate de qué lado de la mecha estás, si del lado de la gorra lingüística o de la libertad de expresión y un lenguaje que diga lo que nos está pasando como sociedad, acordate que la RAE siempre está después de que un fenómeno lingüístico emerge y se impone por el uso.
Finalmente
fui densa y no fui breve, pero espero haber dado los argumentos suficientes para que podamos ser más reflexives, empatiques, tolerantes, amoroses, y respetuoses de quienes necesiten y se vean representades en el lenguaje inclusivo, hasta que surja otra forma superadora.
Kill Bill
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